7 de junio de 2013

Correr o morir, Kilian Jornet

He visto a gente sentarse al cruzar la meta de UTMB y permanecer en esta posición durante horas con la mirada perdida, con la mayor de las sonrisas en sus adentros, sin creerse todavía que lo que acababan de lograr no forma parte de un engaño de la mente. Sabiendo que al despertarse podrían decirse que sí, que lo lograron, que vencieron todos los miedos y que descendieron de los sueños para convertirlos en realidad. He visto a personas que, pese a llegar cuando los primeros ya se habían duchado, habían almorzado y quizás habían tenido tiempo de echarse una buena siesta, se siente vencedores, y no cambiarían lo que sienten por nada de lo que les pudieran ofrecer. Y los envidio, porque en el fondo, ¿no corremos para eso?

Correr o morir, Kilian Jornet 

00 | Turismo desde unas zapatillas. Kilian Jornet es una persona que, si llega unas horas antes que su equipo a San Francisco para correr la Western States Ultra Trail, deja la maleta sobre la cama del hotel y la abre solo para sacar un pantalón corto, una camiseta de tirantes y unas zapatillas. Luego baja a la calle y se pone a correr. Cuatro horas después ha visto Market Street —y una banda de punk china—, el Golden Gate Park —y sus ardillas—, y se ha acercado al puente que sale en las películas para sentir la brisa del Pacífico. Descubierta la ciudad, vuelve al hotel: el equipo ha llegado y es hora de irse a la montaña a por los 161,2 km de la Western. Ya lo dice el título: se trata de correr (y si no de morir).

01 | Un animal de montaña. «No hay mayor sensación de libertad que correr por una arista», escribe. Kilian Jornet tiene alma de rebeco joven: necesita crestas montañosas que conquistar. Todo lo que no sea saltar de risco en risco hasta coronar una cumbre o lanzarse por bajadas llenas de piedras tuercetobillos y traicioneras raíces de árbol, le parece un aburrimiento. Para alguien que nació y se crió en la Cerdanya (Pirineo catalán), las ciudades son lugares que esquivar. Lo de San Francisco fue una excepción necesaria: la competición cada tanto obliga a pisar la jungla de asfalto camino de la montaña. También los compromisos publicitarios para sobrevivir como profesional de este deporte.

02 | Superman es Superkilian. A sus 23 años es capaz de todo: cruzar corriendo los Pirineos en 8 días, subir y bajar al Kilimanjaro en menos de 8 horas o batir el récord del Tahoe Rim Trail (280 km) y dejarlo en unas 38,5 h. Incluso, en mitad de una crisis brutal en la Western States 2010 debido a la deshidratación, es capaz de hablar consigo mismo y decirse: «No he venido hasta aquí para que mi cuerpo domine a mi mente». Y, como en los dibujos animados, sobreponerse y pelear en los últimos 3 km como un jabato por el tercer puesto. Al año siguiente, claro está, regresó, se tomó la revancha y se convirtió en el primer europeo en ganar esa mítica prueba del calendario estadounidense.

03 | Ganar no basta. Sus capacidades físicas son increíbles y su palmarés digno de que le dan ya el Premio Príncipe de Asturias. Sin embargo, lo que más emociona es su tono sencillo y humilde cuando habla de la felicidad. De cómo alcanzarla corriendo. Quizá el pasaje más notable del libro sea cuando, tras ganar el Ultra Trail del Montblanc de 2010, reflexiona sobre la cara de éxtasis que tienen los corredores aficionados que llegan muchas horas después que él a meta, orgullosos como están de haberse superado a sí mismos. Tras unas líneas que saben al aullido de Allan Ginsberg, concluye con una suerte de regla de oro para la vida: «No es más feliz quien llega primero sino que quien disfruta más de una carrera». No está nada mal la reflexión en alguien que atesora títulos y récords por doquier.

04 | Correr como arte. El arte es algo que no solo está en los museos. Cuando uno se dedica a lo que gusta y puede desplegar todo su potencial creativo a través de esa disciplina, es capaz de crear belleza. Kilian Jornet se ve a sí mismo como un creador: correr es su manera de expresarse. Y por eso entiende la naturaleza como una oportunidad para dibujar —y quizá de dibujarse— mientras corre por ella: «La montaña es el lienzo en blanco y yo el pincel que dibuja sin seguir ninguna norma», anota.

05 | Como la primera nieve. Correr o morir (Now Books, 2011) es el testimonio honesto, sensible y reflexivo de alguien que entiende el deporte como una metáfora de la vida. De alguien capaz de buscar respuestas a las grandes preguntas mientras corre intentando entender por qué lo hace. De alguien que, pese a su juventud, habla con valentía sobre qué siente cuando hace lo que más le gusta y lo adictivas que son esas sensaciones. Hablar de Correr o morir es hablar de motivación de alto voltaje. También es hacerlo de un veinteañero con una ética de romántico incurable, puro como la primera nieve de la temporada y con las emociones por norte. Una vez que cierras el libro, aunque tengas 15 o 20 años más que Kilian, lo único que se te ocurre decir es: «Yo de mayor quiero ser como él».

*

PD. Una reseña parecida a esta apareció en la extinta revista Trisense en 2011 (quizá haya algún desajuste con las fechas por esa razón o algún dato haya quedado desfasado).

Bonus extra. En el nº. 9 de Trisense publiqué, además, el reportaje «Corre, sé feliz», elaborado a partir de un cuestionario que me contestó Kilian Jornet. Como siempre pasa, no pudo salir todo el material que preparé... Así que aprovecho el blog para sacarme una espinita y publicar esto de más abajo. Como este es mi blog y Kilian es uno de mis pocos ídolos, no me importa lo que diga el resto de la humanidad. ;-)


Kilian Jornet | Radiografía en 10 pasos

01
¿Cuántas horas o días es lo máximo que ha estado una ciudad?

Últimamente, y debido a algunos compromisos, he visitado bastantes ciudades. Pero intento estar lo mínimo posible para poder disfrutar al máximo de las montañas.
02
¿Cuántas horas —y dónde— es lo máximo que has estado corriendo sin parar?

En el Tahoe Rim Trail (EE.UU.), una carrera de 280 km y  17 000 m de desnivel, estuve corriendo 38,5 h. Me estaba durmiendo mientras corría...; así que tuve que parar a dormir 1 h antes de volver a correr. Fue uno de los sitios donde más he sufrido.
03
Según tu libro, lo primero que miras en la gente son la piernas. Bien, entonces: las mejores piernas que has visto son las de...

Je, je, je... Las mejores piernas —masculinas—, las de Marco de Gasperi; dan miedo: ¡muy afinadas!
04
La cantidad de Nocilla/Nutella que comes por año cuando vuelves de entrenar es...

Demasiada...
05
¿Cuántas horas duermes después un ultratrail?

Normalmente cuesta dormir después de esfuerzos tan largos. Te despiertas varias veces… Con la costumbre, te cuesta menos. Llego a dormir lo normal, 7-8 h.
06
Al año, ¿qué tiene más kilómetros: el coche en las ruedas o tú en las piernas?
De momento, ¡el coche en sus ruedas! Yo hago unos 7 000 km corriendo, 6 000 con esquís, 1000 en bicicleta y 50 000 en coche. Y en avión, demasiados...

07
De pequeño querías ser «contador de lagos», ¿y de mayor?

¡El mismo! He descubierto que ser contador de lagos quería decir estar rodeado de la naturaleza, la montaña y que quería descubrir. Primero, descubrir el mundo viajando y aprendiendo de todas las montañas y personas que voy conociendo, y después descubrir mi interior buscando mis límites en todos los aspectos mentales y físicos para llegar a conocerme mejor, saber quién soy.

08
Dime una montaña donde refugiarse cuando las cosas se tuercen y por qué.

Cada persona tiene su montaña, pues cada montaña tiene un alma, una personalidad distinta. La mía está en el valle de Chamonix, pero también alguna en los Dolomitas y en los Pirineos. Consejo: busca un sitio donde no haya mucha gente, sal del camino y piérdete para encontrarte.
09
Un libro que regalarle a la chica que te gusta...

Le Petit Prince, de Antoine de Saint-Exupéry, brutal en su sencillez.
10
Una emoción que te acompañará para siempre y que te brindó tu destino de corredor de montaña.

Me quedo con todas las emociones, no busquemos clasificaciones ni momentos más o menos: disfrutemos del momento. ¿Qué es más emocionante: una gran victoria, una puesta de sol, una cima con amigos…? Son diferentes, no mejores o peores; y es por eso que son únicas.


PD. ¿Más libros sobre el asunto? Ahí van dos reseñas extra: Correr, de Jean Echenoz, y De qué hablamos cuando hablamos de correr, de Haruki Murakami.

2 comentarios:

  1. hola, gracias por tu aporte me gustan mucho los libros de este autor yo los descargue aqui:

    http://dossier-1.blogspot.com/2014/05/correr-o-morir-kilian-jornet.html

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  2. Muchas gracias por la lectura (y perdón por el retraso en contestar). Por aquello de compensar de algún modo lo de la descarga del libro —los autores ganan muy poco, menos de un 10% del precio—, si puedes, súmate al proyecto Summits of My Life, http://summitsofmylife.com/es, de Kilian Jornet. :-)

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