14 de diciembre de 2008

Alberto Olmos

Escribo porque la gente no escucha. Me hace gracia, le decía a Nombre1 ayer, y ahora escribo y está pensando hace tiempo, que yo siempre he sido poco hablador, y poco participativo y expositivo y todo eso. Quiero decir que en los grupos de gente en los que me he movido yo nunca daba codazos para colar el cuerpo de mis opiniones entre los cuerpos de las opiniones de los demás. Hay gente que tiene muchas cosas que decir y ningún interés en que tú digas cosas. Y yo les consiento. No me importa estar callado si no hay ocasión de opinar.

Pero, en estos grupos, grupos de toda mi vida, grupos de universitarios, de amigos postuniversitarios, de conocidos, ha sido para mí de lo más frecuente que, cuando me dejaban hablar o yo me veía animado a decir algo, muchas veces alguien del grupo, o mi interlocutor solitario, despachara mis ideas, mis teorías, mi planteamientos con un: Eso es una gilipollez.

Luego he hecho libros con esas mismas ideas, esas mismas teorías, esos mismos planteamientos y esos libros han ganado algunos premios, han sido publicados, han sido leídos por críticos literarios; han promovido mails de admiración; han promovido llamadas para colaboraciones; han promovido reconocimiento. Y todas las personas, sin salvarse una, le contaba ayer a mi amigo, y escribo ahora, y he pensado hace años, que me dijeron alguna vez que lo que yo decía era una gilipollez y que, por tanto, ellos sabían más que yo, eran más listos, tenían las ideas adecuadas y estaban por encima de mí, todas esas personas no han hecho nada en su vida. Nada artístico. Ninguna novela, ninguna película, ninguna canción. Lo único que han hecho y siguen haciendo es ser los más listos en torno a una mesa y considerar gilipolleces las ideas que no son sus ideas. Criticar a los que lo consiguen. Todo esto lo cuento un poco en la segunda parte de El talento de los demás.

*

Alberto Olmos está enfrascado en una nueva novela. En su blog personal, Hikikomori, está llevando una suerte de diario sobre el proceso de escritura. Para cualquiera que esté interesado en cómo es la gestación de una obra literaria, me parece recomendable echarle un vistazo a qué opina el autor de A bordo del naufragio, Trenes hacia Tokio, El talento de los demás o Tatami, uno de los escritores jóvenes más en forma del panorama literario español.
  • Entrevista en Teína a raíz de A bordo del naufragio.
  • Entrevista en Teína a raíz de El talento de los demás.
  • Reseña de Trenes hacia Tokio en Teína.
  • Reseña de Tatami en Aviones desplumados.


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