22 de octubre de 2021

Presentación de «Imborrables» en Buenos Aires

 

Participé en este libro con la semblanza de dos personajes uruguayos: Rebeca Linke, la protagonista de La mujer desnuda, de Armonía Somers, y la hermana del medio, la voz que narra Pronto, listos, ya, de Inés Bortargaray. En realidad, entregué una tercera semblanza, sobre la también uruguaya Ana Armendáriz, de Todo termina aquí, de Gustavo Espinosa; pero esta, al final no fue incluida.

Aunque no podré estar en la presentación, quizá alguien lea este mensaje, le interese y sí pueda. A tal fin, copio y pego el texto que promociona el libro:
Esta obra se propone como una guía artística a la que el lector puede acudir para reencontrarse con la historia literaria de ambas márgenes del Río de la Plata y la de muchos de sus protagonistas. Acompañan a los textos las ilustraciones de Noemí Spadaro, Marcela Motta y María Pinto, que supieron captar el rasgo justo que define al retratado, en una galería biográfica compartida con más de cuarenta escritoras y escritores.

Toda antología es necesariamente un juego de inclusiones y exclusiones. De ahí la elección de un álbum y no de un diccionario para plasmar estas siluetas, más cercanas a una suma de entrañables evocaciones que al fruto de una exégesis biográfica o enciclopédica. Completa la apuesta una serie de entregas temáticas —detectives, niñas y niños, pasiones, bestiarios, personajes secundarios, desiertos, dúos, invenciones, muertes—, que viene a ofrecer un abordaje marginal e insoslayable a las ficciones más luminosas del Río de la Plata.

1 de abril de 2021

CTXT / Daniel Mella, el hombre que no podía escribir de manera luminosa

 Llevo una temporada sin actualizar el blog. He publicado varios artículos en CTXT, pero no he encontrado el momento de sentarme y de subirlos. Va siendo hora de ponerle remedio. A eso vengo. Paciencia, pues, si tras tanto silencio, llega una retahíla de mensajes (cosa que dudo, pero bueno...).

Empiezo por rescatar este artículo de finales de octubre de 2020. Es sobre Trilogía del dolor, de Daniel Mella, publicado por la editorial Comba, un volumen que contiene las tres primeras novelas de este escritor uruguayo: Pogo, Derretimiento y Noviembre. Mi lectura estuvo precedida por una entrevista con Mella en 2018 a propósito del libro de cuentos Lava y de la novela El hermano mayor. También de una charla en su casa de Parque del Plata en enero de 2019.

Parecía que el 2020 iba a ser un gran año para literatura uruguaya en España: no habíamos llegado a marzo, y ya estaban la trilogía de Gustavo Espinosa y la de Daniel Mella en circulación. Más adelante, veríamos la reedición de La azotea, y la publicación de No soñarás flores, de Fernanda Trías. Seguramente, salió incluso algún libro más del que ahora no me acuerdo. Sin embargo, el coronavirus nos hizo entrar en fase plaga bíblica y juraría que pasó inadvertido algo tan notable como la llegada de tanto libro uruguayo en un mismo año. Después de la próxima glaciación o lluvia de meteoritos, todo saldrá mejor.

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Arte del sufrimiento

Daniel Mella, el hombre que no podía escribir de manera luminosa

El dolor y la muerte han sido el motor principal de su escritura, tildada con frecuencia de pesimista, oscura o depresiva

Rubén A. Arribas 23/10/2020

Daniel Mella. Foto cedida por editorial Comba.

Mientras leía Trilogía del dolor, recordé aquella tarde de enero de 2019 en que Mella me recibió en su casa de Parque del Plata (Uruguay) para tomar unas cervezas y charlar. Unos meses antes habíamos hecho una entrevista por videoconferencia para CTXT a propósito de la publicación en España de su libro de cuentos Lava y de su novela El hermano mayor, y nos pareció buena idea retomar aquella conversación en persona. Durante la entrevista, Mella había hablado larga e íntimamente sobre la muerte de varios de sus seres queridos y del peso de esa experiencia en su obra. Al terminar había dicho algo que me había conmovido: quienes mueren nos regalan un estado de claridad y nitidez, y al menos por unos días se nos aclaran las prioridades y nos aferramos a “no volver nunca del todo a la realidad pelotuda”. Curiosamente, aquella tarde de verano austral en que lo visité dejamos a la muerte en paz y el único dolor que cruzó la conversación fue el de su espalda.

De hecho, nada más entrar en su casa, Daniel tiró sus 192 centímetros de exjugador de baloncesto al suelo y se puso a hacer estiramientos: el lumbago lo estaba matando. Se tendió entre la chimenea y una larga tabla de surf que, según explicó, hacía años que no utilizaba a pesar de tener el mar a 500 metros. Lo de hacer deporte había sido un pecado de juventud: a los 18 años atravesó una larga crisis personal de la que salió, entre otras cosas, fumador, exmormón y fenómeno literario. Esto último al menos tiene explicación: los azares editoriales quisieron que sus dos primeras novelas salieran en dos sellos distintos con un mes de diferencia; eso, unido a su edad, 21 años, resultó un bombazo para el pequeño y manso mundo cultural uruguayo de finales de los noventa. La mercadotecnia tardó poco en elevarlo a los altares de gran promesa literaria, algo que terminó siendo un estigma y una losa para él.

 

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30 de septiembre de 2020

Talleres de escritura: ¡empezamos en octubre!


La semana que viene comenzamos con los talleres de escritura en Fuentetaja. Enlazo los cuatro que daré en el curso 2020-2021:
Los cuatro serán a través de Zoom (al menos mientras dure la situación crítica que vivimos en Madrid...).

El alta se puede tramitar a través de la web, escribiendo a info@fuentetajaliteraria.com o llamando al 91 531 15 09.

Fuentetaja ofrece talleres en una docena de ciudades. La oferta general podéis consultarla aquí.